Esta semana fui con mis alumnos al Museo del Pueblo de Asturias y participamos en un taller didáctico que se llamaba El árbol mágico. En ella realizamos varias actividades para fomentar la imaginación, aprender a observar y a expresar sus sentimientos y además inculcarles el respeto por la naturaleza. Como sabéis los que me seguís, son muchos de los objetivos que yo persigo en mis clases, así que me gustó mucho. A los niños también. Se divirtieron, se implicaron, disfrutaron y lo pasaron bomba. Aquí os pongo unas fotos que dan fe de ello.
3 comentarios:
Este tipo de actividades externas al espacio fisico habitual del colegio, son muy enriquecedoras. No hay mas que ver la expresión de las caras de los niños.
Estan guapisimos! gracias por el trabajo que llevas haciendo dos años con nuestr@s hijos
De nada, yo disfruto mucho y también aprendo de ellos.
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